lunes, 5 de diciembre de 2011

Espejo y reflejo (libro)


Espejo y Reflejo, la teoría del caos


Introducción
      “Desde la infancia apenas se me cae algo al suelo tengo que levantarlo, sea lo que sea, porque si no lo hago va a ocurrir una desgracia, no a mí sino a alguien a quien amo y cuyo nombre empieza con la inicial del objeto caído”[1]. Esta cita extraída del libro Rayuela de Julio Cortázar simboliza que todo en este universo está relacionado, que hasta el más insignificante elemento puede generar sucesos majestuosos. Esto también lo menciona el libro Espejo y relejo: del caos al orden de J. Briggs y F. D. Peat, donde se establece una relación entre caos y orden, así como la forma en la que todo afecta el cauce del universo.
      Una turbulencia de aire que ocasiona un desastre aéreo, el derrumbe de la Bolsa de Valores, entre otros, son algunos ejemplos de la existencia del caos en un mundo supuestamente ordenado. ¿De dónde se origina este caos, y con qué propósito? Investigadores han estudiado como un todo la forma en la que el orden se desintegra en caos, y como el caos constituye el orden, como si fuera un espejo que se retroalimenta y vive en un ciclo continuo que representa el equilibrio de existencia en el universo.

 

Espejo y reflejo


      Las culturas antiguas creían en la relación orden-caos. Algunas le daban el carácter de destructivo e inestabilidad al caos, mientras que otras le atribuían la cualidad de creador. Ya sea una interacción de estabilidad o de lucha entre sí, ambos elementos se mencionaba coexistían de forma inminente y necesaria.
      A partir de entonces, existió una disputa entre científicos sobre este tema. Mientras unos relacionaban al orden con el caos, otros los desvinculaban. Fue hasta tiempos de Galileo, Kepler, Descartes y Newton, que se suprimió la idea del caos. Se creía que el mundo y el universo podían ser descritos a través de fórmulas matemáticas, incluso el físico francés Laplace propuso que un día se deduciría una ecuación matemática tan poderosa que lo explicaría todo. El reduccionismo fue en gran medida la explicación que dieron las personas a grandes acontecimientos que consideraban inexplicables, fue así como encontraron en la rama matematica la explicación a tales sucesos a pequeña escala.
      Desde los orígenes de la humanidad, el hombre creía en una tensión entre el caos y el orden, imaginando al caos como algo inmenso y creativo.
La cosmogonía de distintas civilizaciones tiene como factor común la existencia de un caos previo al orden existente; la representación de esto, en algunas religiones, se basa en la existencia de diversos dioses, algunos representando al caos y otros al orden. Cosmogonías como la china consideran que sus elementos que emergieron del caos para dar orden a la existencia, deben mantenerse en equilibrio con el fin de evitar el caos nuevamente.
      La idea mítica de que la creación depende de la reciprocidad entre el orden y el desorden se mostro también en cosmogonías monoteístas.
      La ciencia en sus orígenes se encargo de suprimir la idea del caos como parte dominante de nuestra vida a través de las ideas reduccionistas, creyendo que todos los sistemas de la naturaleza se podían desentrañar hasta llegar a sus niveles más elementales, niveles representados a partir de las partículas elementales. Las leyes de Newton representaban entonces los ideales máximos en la ciencia, por su capacidad de poder representar todos los movimientos físicos en determinados sistemas.
      Pero, lentamente la idea reduccionista se vio atacada a través de distintas teorías (por ejemplo, la de la relatividad, de Einstein), y los científicos comenzaron a desentrañar el asunto. El pionero fue Henri Poincaré, quien descubrió que las leyes de Newton eran aplicables solamente en sistemas totalmente estables, sin interferencias (ni siquiera en mínimas cantidades), usando las ecuaciones no lineales en sistemas, como el sistema solar, descubrió que el sistema no era totalmente estable, poniendo en duda su eternidad y el orden con que se le representaba.
En conclusión la humanidad ha intentado explicar los acontecimientos que nos rodean aveces desechando y descartando teorías, aplicando nuevas, todo esto con el propósito de encontrar respuestas a nuestro entorno.
El encontrar o preguntarnos la situación, lugar, circunstancia… todos los aspectos que nos rodean una explicación o buscar respuestas a todo lo que nos rodea implica una constancia impresionante.